viernes, 16 de octubre de 2009




Opinión Personal sobre un fragmento de:



CRISTINA COREA: Medios de comunicación ¿influencia, comunicación o producción?.




En las sociedades contemporáneas es cada vez mayor la importancia de los medios masivos y en particular de la televisión.

Esta influye sobre la forma de actuar o de pensar de las personas, logra modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la realidad que los rodea. Se aceptan como reales y se considera importante solo aquellos acontecimientos que muestran las cámaras de televisión.

La importancia de la televisión en el proceso de socialización de los chicos y jóvenes y de todos los integrantes de la sociedad está relacionada con la calidad de los contenidos de los programas educativos, informativos y de entretenimientos que transmite y también de las publicidades que influyen en los hábitos de consumo de la población.

Esta es una característica del hombre posmoderno, que tiende a aferrarse a valores transitorios, débiles y superficiales.

Siempre que se toca el tema de la comunicación en cualquiera de sus formas me llega un recuerdo melancólico a la mente. Esos tiempos en donde no teníamos celular o Internet por lo tanto si prometíamos ir a la casa de un amigo mañana a las 15:00 hs., era casi un hecho la visita a la casa de ese amigo. No podíamos inventar la excusa de que nos quedamos sin carga en el celular para avisarle, por eso no fuimos y tampoco que avisamos que no iríamos, o que se nos cayó la banda ancha de Internet etc.

No es que me resista a la tecnología, al contrario debido a que reparo computadoras y eso me genera el sustento diario, pero siento que si bien todos estamos más conectados por otro lado somos más mentirosos, más individualistas y nos encontramos más alejados que nunca.

Para mí los medios nos manipulan puesto que nos exponemos a escuchar repetidas veces algunas informaciones y si estamos lo suficientemente cansados pueden llegar a insertarse como ideas ciertas a nivel subconsciente, llevándonos a creer algo como si eso fuese una verdad absoluta e inapelable.



La televisión por ejemplo, genera estragos en la educación de nuestros niños que están expuestos a ver en ella personajes que no tienen una razón valida para existir, como nos cuenta, por ejemplo, Cristina Corea cuando habla de Pokemon ,en una parte del extracto del texto “. El agotamiento de la subjetividad pedagógica”. Personalmente recuerdo principalmente a los tele tubis y como mis sobrinos hablaban igual que ellos, de forma tan atrasada en el lenguaje castellano pero lo más grave era ver a los padres festejando lo bien que sus hijos imitaban a esas cosas. Digo esas cosas porque no se qué eran en realidad.



Los chicos llamados “niños televisivos” son una muestra de ello a diario en la escuela de que su influencia es totalmente evidente.. Ellos están tanto tiempo frente a la televisión que ir a las clases en la escuela se le vuelve algo aburrido. Si lo que tienen enfrente de ellos en el aula, no es un programa televisivo, una película de acción o ciencia ficción entonces se dispersan, no escuchan al docente y se ponen de mal humor muchas veces.

La otra categoría de influenciados, son los niños cibernéticos o internautas son la misma cosa, pero en lugares diferentes. El cibernético es el niño que pasa horas y mas horas en un ciber, chateando, subiendo fotos al fotolog, a facebook o jugando juegos on line. El otro, el internauta hace lo mismo pero en la comodidad de su casa.

Como todas las cosas de este universo creo que el secreto del uso de estos medios de comunicación es el equilibrio. Ellos ya están entre nosotros, seria una tarea muy compleja deshacernos de los medios. Estamos acostumbrados a ellos en muchas de sus formas: la televisión, la radio, la prensa, Internet, etc.… Aquí vendría bien aplicar el dicho: “si no puedes vencerlos úneteles”.

Ahora bien, la pregunta es ¿cómo hacer de algo tan corrosivo algo productivo?

La docencia es la encargada de educar a las generaciones futuras pero se ve frente a un modelo altamente influenciado por los medios de comunicación. Si fuese docente ya debería poder contestar a esta pregunta.

Pero no lo soy, es obvio, mi redacción por mucho me delata, pero igual se me ocurren algunas ideas para integrar los medios a la vida sin que los mismos desintegren la vida:

Si por ejemplo, lleváramos a la escuela películas acordes a la edad de los niños sobre hechos reales que les enseñen que no todo esta perdido, que ser individual genera soledad y que si bien no es malo estar solo a veces tampoco es bueno estarlo siempre.

Si leyéramos el diario en clases para practicar la lectura y comprensión de artículos periodísticos.

Si mediante un notebook y conectándolo a Internet (o en la sala de computación de la escuela) pudiésemos mostrarles a los chicos videos geográficos de argentina y también del mundo en general para que puedan ver en dónde estamos ubicados en este planeta

Podríamos tal vez lograr que los medios sean algo mas que una influencia silenciosa que crea subjetividades sin control alguno. Podríamos lograr que cada niño en formación tuviese la sartén por el mango, por decirlo de alguna forma, de lo que quiere y lo que no quiere oír, ver o leer.

Que el niño elija que es lo que le interesa saber y no que el saber se le introduzca inconcientemente sin poder controlar si este es bueno o malo para él.



La comunicación y la educación deben, por tanto, articularse como un proceso integral necesario para conseguir la conformación de una ciudadanía crítica.

El ciudadano tiene derecho a elegir que es lo que desea oír y lo que quiere creer y pensar. De este modo, la educación crítica para los medios debe pretender, por un lado, dotar de las competencias receptivas y expresivas precisas para el desenvolvimiento crítico y creativo en el ecosistema comunicativo; y por otro, minimizar los riesgos de manipulación de los medios masivos de información a través de la comprensión de las sinergias productivas de las empresas informativas y de las estructuras de poder que las conforman.



Los medios deben ser aliados y no enemigos en la formación de los nuevos ciudadanos.

Quienes ya estamos un poco más adultos deberíamos preocuparnos por este tema ya que los niños que educamos hoy son los que nos gobernaran mañana.

En nosotros esta el poder de darles buenos hábitos y buenas enseñanzas a estos niños.

Es bueno tener en cuenta el dicho “la mano que mece la cuna gobierna al mundo”. Que no sean los medios esa mano. Que sean manos reales, humanas, cálidas, fuertes y sostenedoras las que mezan las cunas de nuestros pequeños.

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